miércoles, 8 de septiembre de 2010

1. Avance Reflexivo

Cuentos 1947-1992

Gabriel García Márquez


“Hacía unos momentos estaba feliz con su muerte, porque creía estar muerto. Porque un muerto puede ser feliz con su situación irremediable. Pero un vivo no puede resignarse a ser enterrado vivo" La Tercera Resignación p. 21


He avivado el interés, antes relegado, por conocerme mediante el acercamiento al lenguaje y sus derivadas manifestaciones. Este acercamiento, propiamente dicho, ha sido posible desde la práctica de la lectura, cuyas sensaciones manifiestas, han emergido de efímeras emociones que antes hayan pasado imprevistas para los sentidos, y cuyas palabras, penetran en el logos de un frio y crudo lector, de mí.

Palabra a palabra, imagen tras imagen, han penetrado las fibras que exaltan con emoción el constructo de mi espíritu descifrador. Se trata de un proceso de identificación que a veces me hace sentir impotente, pero que me adentra en la obra como un personaje más de las variadas historias recreadas con hazaña. Sin embargo, no puedo olvidar, claro está, que su existencia (la de las palabras) recobra vida en tanto son pronunciadas y contempladas en mi mente.

Así mismo, me he percatado de que la lectura inicia como una aventura pueril, cuyo vehículo conductor toma forma y vida en cada ser. Por tanto, mi percepción al respecto desemboca en emociones perplejas y complejas, tomando como referente algunos temas específicos que el autor alude en sus historias: la muerte, la angustia por la existencia, entre otras; pero que, a fin de cuentas, no son más que una unidad en la variedad, que aflora en el acto de comunicarse con el otro a través de las producciones literarias.

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